Roce que hace cariño
Cuando el otro día leí a Marta Sanz contar su experiencia de paseo por la playa esta columna ya estaba escrita, al menos en la mente de quien suscribe. Sonreí al comprobar su repaso por las diferentes escenas y situaciones con las tribus playeras, un repaso del que soy consciente cada vez que deambulo a la orilla y ando enfrascado en mis pensamientos. La sensación de sentirte atrapado cada verano en una lata de berberechos, sea de 55/65 o de 20/30 piezas, se repite desde que tengo conciencia de disfrutar de unos días de descanso canicular, si me permiten la expresión. Imagínese que es uno de los personajes que hay debajo de una sombrilla. Pero antes de llegar a la arena ha tenido que vivir algo de lo que viene.
Artículo de Pedro J. Navarro